Este texto está enmarcado en casa de mis padres. Estuvo ahí siempre, desde que nací, siempre a la vista y nunca lo leí hasta que ella me faltó... Siento especialmente el penúltimo párrafo...
RETRATO
DE UNA MADRE
Hay una mujer que tiene
algo de Dios por la inmensidad de su amor, y mucho de ángel por la incansable
solicitud de sus cuidados;
una mujer que, siendo
joven tiene la reflexión de una anciana, y en la vejez, trabaja con el vigor de
la juventud;
la mujer que si es
ignorante descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio, y si
es instruida se acomoda a la simplicidad de los niños;
una mujer que siendo rica,
daría con gusto su tesoro para no sufrir en su corazón la herida de la
ingratitud;
una mujer que siendo débil se reviste a veces
con la bravura del león;
una mujer que mientras vive no la sabemos
estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan, pero que después de
muerta, daríamos todo lo que somos y todo lo que tenemos por mirarla de nuevo
un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchar un solo acento de
sus latidos.
De esa mujer no me exija
el nombre si no quieres que empape de lágrimas vuestro álbum, porque yo la vi
pasar en mi camino. Cuando crezcan vuestros hijos, léanles esta página, y
ellos, cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en
pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vosotros y para
ellos, un boceto del Retrato de su madre.
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