Nuestras flechas vitales no están lanzadas al albur, llevan una dirección y un sentido. Una de las tareas más importantes de todo ser humano debería ser permanecer en silencio hasta escuchar el silbido de la flecha que marca la trayectoria vital que da sentido a su existencia.
El arte de elegir, de José Laguna.
Qué importante es el silencio y qué poco espacio le damos en nuestra vida. Parece que estar en silencio, sin hacer nada, es perder el tiempo. Se nos llena la mente de mil cosas por hacer. Los "tengo que" nos invaden. ¡Si hasta le damos más importancia a ver la tele que a estar en silencio con nosotros mismos! Vivimos en un mundo del hacer, hacer, hacer, tener, tener, tener. Y no nos damos cuenta de que la felicidad está dentro y solo cerrando los ojos y escuchando nuestro corazón, podemos encontrarla.
Estar en silencio es no hacer nada y, sin embargo, es hacerlo todo porque solo de esa manera encontraremos el silbido de nuestra flecha.
El arte de elegir, de José Laguna.
Qué importante es el silencio y qué poco espacio le damos en nuestra vida. Parece que estar en silencio, sin hacer nada, es perder el tiempo. Se nos llena la mente de mil cosas por hacer. Los "tengo que" nos invaden. ¡Si hasta le damos más importancia a ver la tele que a estar en silencio con nosotros mismos! Vivimos en un mundo del hacer, hacer, hacer, tener, tener, tener. Y no nos damos cuenta de que la felicidad está dentro y solo cerrando los ojos y escuchando nuestro corazón, podemos encontrarla.
Estar en silencio es no hacer nada y, sin embargo, es hacerlo todo porque solo de esa manera encontraremos el silbido de nuestra flecha.
Cuánta razón tienes, lo difícil que resulta parar, hablar con nosotros mismos y conocernos. ¿Será que nos da miedo escucharnos?
ResponderEliminarSí, nos da miedo escucharnos y descubrirnos. Y ese miedo, curiosamente, se disfraza de aburrimiento. Cuando paramos, nuestra mente se vuelve loca y no para de lanzarnos mensajes tipo "Haz algo útil, no te quedes parada. Con la cantidad de cosas que tienes que hacer. Aprovecha el tiempo. Muévete...bla, bla, bla". Esto me lleva a recordar un pasaje del libro La Historia Interminable, en el que Atreyu tiene que pasar por la Puerta del Espejo. Este espejo tiene la característica de que refleja, no lo que tú crees que eres, sino tu propio ser. ¡Muchos se espantan al verse reflejados! Este libro lo leí con 12 años y todavía recuerdo esa parte, ese espejo, porque me impactó. ¿Verse a uno mismo como es en realidad, puede espantar? ¿tanto esconde el inconsciente? Interesante idea.
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