Tercer Acuerdo: no hagas suposiciones


 

Empieza junio y me propongo otro reto: no hacer suposiciones, que es el tercer acuerdo del libro Los Cuatro Acuerdos, de Miguel Ruiz. Un libro sobre la sabiduría Tolteca.

Y dice así:

Tendemos a hacer suposiciones sobre todo. El problema es que, al hacerlo, creemos que lo que suponemos es cierto. Juraríamos que es real. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan ‐nos lo tomamos personalmente ‐ y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada.


Nuestro cerebro es una fábrica de suposiciones. Cuando no sabe algo, crea una suposición para llenar ese vacío. Es como si dijera “¡socorro, un vacío!¡rápido, fabriquemos una suposición!!!” Y como es su naturaleza, como el loco que es, seguirá haciendo suposiciones toda su vida. Pero nosotros somos más que nuestro desatado cerebro: podemos  elegir no creernos lo que nos dice o, al menos, dudarlo. Para ello, lo primero es observar el cuento que nos está contando. Parar y observar a nuestro caballo desbocado. Y con el tiempo, domarlo.

 



 

Hacemos suposiciones sobre lo que los demás piensan de nosotros y esta suposición, la mayoría de las veces, no es más que un reflejo de lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Hacemos suposiciones sobre lo que los demás piensan de la vida. Creemos que todos ven el mundo como nosotros lo vemos y que el que no ve el mundo como nosotros, está equivocado. Creemos que nuestra visión es la única. Y podría valernos, sí. De hecho, hay mucha gente que vive creyendo sus suposiciones y jamás en su vida las pone en duda. El problema de vivir así,  es el daño que nos hacemos y que hacemos a los demás. Porque actuar siguiendo el cuento chino que nuestro cerebro nos ha contado, a veces acaba en un drama real. Porque las suposiciones pueden truncar nuestra relación con los demás, incluso acabar con una gran amistad o con un gran amor.

 


La manera de evitar tanta suposición con respecto a los demás, tanta suposición que puede destrozar vidas, es, además de detectar lo que nos estamos contando a nosotros mismos, hablar con las personas que nos importan, comunicarnos, preguntar, escuchar con atención, no dar nada por sentado; en fin, conversar de corazón a corazón.

 
También hacemos suposiciones sobre nosotros mismos, sobre nuestras capacidades: “Siempre he sido un torpe para dibujar”. “No se me da bien hacer amigos” ¡No nos las creamos tampoco! Pongamos a prueba nuestras suposiciones, que parecen verdades inmutables pero no lo son. Hagamos aquello que el cerebro nos dice que hacemos mal. Riámonos un poco de él. Actuemos.


El reto de este mes, por tanto, es parar, escuchar lo que el cerebro me está contando, y no creérmelo. Si eso que me cuenta me está haciendo daño, verificarlo de alguna manera: bien hablando con esa persona de la que me imagino cosas, bien haciendo aquello que el cerebro me indica que soy incapaz de hacer. No es posible no hacer suposiciones. Pero sí es posible observarlas, decidir si tienen alguna base, y calmar la locura de mi fábrica de suposiciones, domar el caballo salvaje.



Con este acuerdo me viene a la mente una preciosa canción, que aquí os dejo. Es la historia de una gran suposición. A mí me pone la piel de gallina.

Un ramito de violetas

 

Comentarios

  1. Creo que vivimos tanto ala defensiva que nos ponemos un escudo por experiencias pasadas de personas que nos hirieron, y al suponer y hacernos historias en nuestro cerebro basado en el pasado y es ahi donde creo que podemos dañar cualquier tipo de relacion sin tomar en cuenta que no son las mismas personas, no son las misma circunstancias,
    este acuerdo me deja mucho aprendizaje: me identifico mucho el, creo que lo mejor como dice el articulo trabajar en mi, en analizar y tomarmelo con calma, y dejar de estar ala defensiva, porque no siempre es lo que parece. feliz dia

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    1. Efectivamente Sara. Se trata de vivir desde el ahora, dejando a un lado los juicios y prejuicios que nos nublan la vista. Más amables con nosotras mismas y con los demás. Feliz día de Clementina.

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  2. Me apunto al reto!! Un placer haber podido compartir curso contigo e impaciente por conocerte más... ;-)

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