Si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen...

¿Perfección o Excelencia?
Foto de Pixabay


Si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen, los bosques serían demasiado silenciosos (Henry Van Dike).
Extraído del blog www.soloser.com. 


Me gustaría hablar de la perfección, que fue tema de conversación el domingo pasado con mis amigos psicólogos. Es  un tema que, como tantos otros, quiero reflexionar por el impacto que tiene en mi vida y en la de mi familia.

Comentaban ellos el daño que hace el perfeccionismo impuesto por la sociedad, daño que no es ninguna tontería. Me contaban que muchos de los problemas que tienen que tratar y que afectan a los universitarios (depresión, ansiedad, anorexia...) tienen como base ese perfeccionismo. En fin, genera enfermedades nada fáciles de curar. ¿Por qué, entonces, seguimos alimentándolo? ¿por qué se nos ilumina la cara ante un 10 de nuestros hijos, si sabemos que detrás de ese 10 ha habido horas de nervios, enfados y tristezas? ¿no es preferible un 7 disfrutado?
Creo que en este tema debemos distinguir entre un deseo sano de excelencia y el deseo insano de ser perfecto. Pero ¿qué diferencias hay entre ambos? Se me ocurren cinco diferencias básicas:
 
  • Primera: Cuando me guío por un deseo sano de excelencia solo compito conmigo mismo, es decir, deseo mejorar en algún aspecto mío y no por comparación con nadie. En el caso del perfeccionismo insano, siempre me comparo con los demás.
 
  • Segunda: El deseo sano de excelencia  genera entusiasmo. Es querer mejorar viendo ante mí un camino lleno de luz y color. El insano genera agobio, noches sin dormir, bloqueo y sentimiento de culpa y, al final, me paraliza.

  • Tercera: El deseo insano de ser perfecto es impuesto desde fuera, nos lo mete en la cabeza nuestro entorno. Lo generan frases tipo "Si no estudias, no serás nada en la vida", "tienes que adelgazar", "mira tu hermana qué obediente es". El deseo sano de excelencia es un reto que me impongo a mí mismo porque lo he decidido así después de una reflexión sobre quien soy y quien quiero llegar a ser.

  • Cuarta: el motor del perfeccionismo insano es el miedo a no gustar, a no ser querido, a no ser suficiente ante los demás. En el deseo sano, el motor es la ilusión de ser mejor cada día, con el fin de tener una vida más plena y repartir más amor a mi alrededor.

  • Quinta: Con el perfeccionismo me obsesiono con el resultado. El deseo de excelencia me lleva a disfrutar de cada paso del camino.


Para esta entrada elaboré y pensaba publicar una lista de todos mis "debería" insanos, es decir, todos los que en algún momento de mi vida me han hecho infeliz. No obstante, son tantos, que he cambiado de opinión y no voy a escribirlos aquí, me los guardo en mi caja de "crecimiento personal". Os invito a escribir los vuestros, para que distingais aquellos deberes que van por el camino del perfeccionismo insano de aquellos otros que os acercan a la excelencia.

 
 
Y después de elaborar esa lista, luchemos contra todos los "debería" que nos abruman, los que nos llevan a un callejón sin salida. Y transmitamos a nuestros hijos la maravilla de querer mejorar sin compararse, sin dieces de espinas, sin agobios, siguiendo la magia de la excelencia.  


 

Os dejo un link con un vídeo chulísimo sobre los fantasmas de las mujeres.
https://www.fantasmasdelmasaca.com/
 

Comentarios

  1. Tus reflexiones Clementina son maravillosas, excelentes y perfectassss.

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