- Mi corazón es traicionero; no quiere que yo siga adelante.
- Eso es una buena señal- respondió el Alquimista- Prueba que tu corazón está vivo. Es natural que se tenga miedo de cambiar por un sueño todo aquello que ya se consiguió.
- Entonces ¿para qué debo escuchar a mi corazón?
- Porque no conseguirás jamás mantenerlo callado. Y aunque finjas no escuchar lo que te dice, estará dentro de tu pecho repitiendo siempre lo que piensa sobre la vida y el mundo.
- ¿Aunque sea traicionero?
- La traición es el golpe que no esperas. Si conoces bien a tu corazón, él jamás lo conseguirá. Porque tú conocerás sus sueños y sus deseos y sabrás tratar con ellos. Nadie consigue huir de su corazón. Por eso es mejor escuchar lo que dice. Para que jamás venga un golpe que no esperas.
(...)
- Mi corazón tiene miedo de sufrir- dijo el muchacho.
- Explícale que el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento. Y que ningún corazón jamás sufrió cuando fue en busca de sus sueños, porque cada momento de búsqueda es un momento de encuentro con Dios y con la Eternidad.
El Alquimista. Paulo Coelho.
¿En qué momento de mi vida dejé de escuchar a mi corazón? ¿Qué fue de aquella niña que quería ser detective, nadadora, escritora, santa, psicóloga? ¿En qué momento dejé de buscar dentro de mí para buscar fuera? Ahora, después de algunos años, vuelvo a escucharlo. Está ahí tímido. Cuando me siento y cierro los ojos, me habla. Y lo curioso es que en esos momentos, siento una felicidad inmensa. ¿Para qué meditar? Me preguntan algunos. Para eso, para escuchar los sueños verdaderos que tiene mi corazón, esos que tapé bajo montones de ropa y ruido. Porque eso tan importante que todos buscamos, se encuentra en el silencio...
Mi miedo a sufrir es inmenso. Pero yo sigo buscando.
Comentarios
Publicar un comentario