Mírame Tú, Jesús de Nazaret.
Que yo sienta posarse sobre mí
Tu mirada libre,
sin esclavitud de sinagoga,
sin exigencias que me ignoren,
sin la distancia que congela,
sin la codicia que me compre.
Que Tu mirada se pose
en mis sentidos,
y se filtre hasta los rincones inaccesibles
donde te espera mi yo desconocido,
sembrado por Ti desde mi inicio,
y germine mi futuro
rompiendo en silencio con el verde de sus hojas
la tierra machacada que me sepulta y que me nutre.
Déjame entrar dentro de Ti,
para mirarme desde Ti,
y sentir que se disuelven
tantas miradas propias y ajenas
que me deforman
y me rompen.
De Benjamín González Buelta, sj
Este poema recién descubierto, me inspira a buscar mi yo desconocido, de la mano de quien lo creó, para dejar de deformarme y romperme cada día, por juicios que no callan en mi mente. Me inspira a darme un baño en ese lago transparente, para limpiar todo lo que no es mío y me hace daño; quitarme todo eso que no me permite ser, quitarme por fin la careta y el disfraz. Por eso, rezo a Jesús para que se vayan despegando de mi alma, esa esclavitud, esa exigencia de espina, esa distancia fría y esa codicia incansable.
¡¡Feliz Navidad!! Os deseo unos días llenos de luz interior.
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