¿Obstáculos u Oportunidades?




Si por un momento considerásemos que todas las dificultades que nos toca atravesar en esta etapa de nuestra vida son oportunidades que el destino-ese amigo- nos ofrece para crecer, ¿no se vería entonces todo de otra forma? Ese colega que ha hablado mal de ti, por ejemplo; o ese trabajo pendiente que debía estar listo desde hace ya meses; o esa cita con el médico que pospones una y otra vez... No sería raro que te identificaras con alguno de estos ejemplos: los seres humanos nos parecemos, todos sufrimos por lo mismo. Pues todo eso, que en primera instancia se revela como problema, a la luz de la meditación comienza a verse como una oportunidad. A ese colega maldiciente ha llegado la hora de ponerle en su sitio; esa tarea pendiente ha resultado mucho más llevadera de lo que imaginabas; el médico te ha descubierto otra enfermedad que ahora puedes prevenir... En pocas palabras, los grandes escollos de la vida son los que mayormente nos hacen crecer. ¡Deberíamos estar agradecidos por tener tantos conflictos!

Podemos tomar lo que la vida nos ofrece como obstáculos, pero es más razonable, más saludable, tomarlo como oportunidades para avanzar. En cuanto damos la bienvenida al sufrimiento, este se desvanece, pierde su veneno y se convierte en algo mucho más puro, más inocuo, y, al tiempo, más intenso. Es siempre más  inteligente afrontar directamente un problema o un peligro que esconderse o huir dé él. Si en nuestra vida hay algo que asoma la cabeza, sea lo que sea, lo mejor es ponerle cara lo antes posible, para saber con quién o qué tenemos que vernoslas.


Pablo D'ors. Biografía del silencio.



¡Qué poco me gustan los problemas! Goteras en el techo, la lavadora está rota, no caigo bien a Perico, mi hijo no me habla, no me suben el sueldo... Ojalá no existieran las piedras en el camino ¿verdad? Todo sería mar en calma. Cuánta paz. Pero los conflictos están ahí y habrá que aceptarlos.

Del texto de Pablo D'ors destaco la palabra "saludable" porque, sin duda, el cambiar la palabra "conflicto" o "problema" por la palabra "desafío" u "oportunidad", nos regala salud mental y, seguramente, también física. De esa manera, es como si siguiéramos en el colegio y nos estuvieran poniendo exámenes (desafíos) cada dos por tres. En este caso los exámenes son muy variados porque ¡qué cantidad de asignaturas tiene la vida! y el examen sorpresa puede surgir en cualquier momento. No sabemos quién es el profesor, pero quizás está por ahí observándonos sonriente. Y ese Profesor nos pone a prueba con cada "problema". No sé si será verdad pero ¿no creéis que es bonito pensar que todo conflicto es una manera de crecer y pasar de curso? Yo desde luego, intento verlo así. Y si encima le ponemos humildad y buen humor, la vida pasa de ser un tormento a ser magia.
 
Con respecto al conflicto...

No podemos vivir sin conflicto, pero podemos vivir el conflicto sin desgarrarnos, eso sí. La perfección es para mí la elegancia en la imperfección. Y elegancia es humildad y buen humor, dos virtudes que suelen caminar de la mano.

Pablo D'ors

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