Hoy 15 de marzo de 2019, el blog de Clementina Crol cumple su primer año de vida. Me gustaría traeros una tarta para celebrarlo, de limón y merengue, de chocolate cremoso, y también hacer un baile, pero esto de la tecnología no da para tanto. Así que me conformo con pegar aquí la foto de la tarta. Y cuando os vea a algunos, que sé que estáis tras la pantalla, bailaremos ¿de acuerdo?
Nunca pensé que podría escribir un blog durante un año entero. No confiaba en tener rollo suficiente. Sin embargo, lo he conseguido, y por ello, hoy me siento orgullosa de mí misma. Gracias, me digo, por haberlo intentado. Gracias, me digo, por haber llegado hasta aquí. Ha supuesto abrir un poco mi corazón, mostrar cierta vulnerabilidad. Hoy, que Clementina cumple 1 año, deseo que siga cumpliendo más años y también deseo y me propongo salir de detrás de la pantalla, de mi roca, de una vez por todas.
Y como creo en el poder de las palabras y en el poder de la gratitud, hoy quería deciros:
Y a los que no lo leéis, pero estáis cerca de otra manera, también os mando mi gratitud. ¿Sabéis? Lo importante es que estéis cerca, de una forma u otra. Como dice Brene Brown en su Ted "El poder de la vulnerabilidad", el sentido de nuestra vida es estar conectados unos con otros, pero conectados con el corazón, no con la apariencia, las frases hechas, la sonrisa falsa. Conectados desde lo que somos: imperfectos, vulnerables, niños atemorizados, cuerpo envejeciendo. Estamos todos juntos en esto, todos, hasta aquellos a los que miramos mal porque no siguen nuestras normas. Estamos metidos en este planeta y en esta vida, que no sabemos si es una o varias. Lo único que podemos hacer es mirarnos con cariño y juntar nuestras manos, para vivir más tranquilamente en esta incertidumbre tan abismal. Hemos descubierto muchas cosas, sí, pero quedan tantas otras... Y si resulta que al final no somos más que moléculas sin alma (¡espero que no!), pues al menos, en esta vida, habremos amado y ese amor nos habrá hecho más felices.
Hoy no os dejo con un cuento sino con una canción que celebra lo bello que es vivir.
Nunca pensé que podría escribir un blog durante un año entero. No confiaba en tener rollo suficiente. Sin embargo, lo he conseguido, y por ello, hoy me siento orgullosa de mí misma. Gracias, me digo, por haberlo intentado. Gracias, me digo, por haber llegado hasta aquí. Ha supuesto abrir un poco mi corazón, mostrar cierta vulnerabilidad. Hoy, que Clementina cumple 1 año, deseo que siga cumpliendo más años y también deseo y me propongo salir de detrás de la pantalla, de mi roca, de una vez por todas.
Y como creo en el poder de las palabras y en el poder de la gratitud, hoy quería deciros:
Gracias Fran, por haberme dado la idea y haberme animado a ponerla en marcha.
Gracias Luis por haber creado este blog, envuelto como un regalo, para mí.
Gracias papá, Paco y Pili por leerme cada semana y mandarme vuestros comentarios, con tanto cariño.
Gracias Elena, por sentarte a mi lado. Sin ti no sería lo mismo.
Gracias, Sonia, porque seguimos unidas a pesar de la distancia.
Gracias por las conversaciones. Jesús, aunque no siempre estemos de acuerdo, esas discusiones me dan vida.
Gracias, amigos, por suscribiros.
Gracias por escribir comentarios en el blog o por fuera.
Gracias por haberme animado a continuar.
Gracias.
Y a los que no lo leéis, pero estáis cerca de otra manera, también os mando mi gratitud. ¿Sabéis? Lo importante es que estéis cerca, de una forma u otra. Como dice Brene Brown en su Ted "El poder de la vulnerabilidad", el sentido de nuestra vida es estar conectados unos con otros, pero conectados con el corazón, no con la apariencia, las frases hechas, la sonrisa falsa. Conectados desde lo que somos: imperfectos, vulnerables, niños atemorizados, cuerpo envejeciendo. Estamos todos juntos en esto, todos, hasta aquellos a los que miramos mal porque no siguen nuestras normas. Estamos metidos en este planeta y en esta vida, que no sabemos si es una o varias. Lo único que podemos hacer es mirarnos con cariño y juntar nuestras manos, para vivir más tranquilamente en esta incertidumbre tan abismal. Hemos descubierto muchas cosas, sí, pero quedan tantas otras... Y si resulta que al final no somos más que moléculas sin alma (¡espero que no!), pues al menos, en esta vida, habremos amado y ese amor nos habrá hecho más felices.
Hoy no os dejo con un cuento sino con una canción que celebra lo bello que es vivir.
Clementina MUCHAS GRACIAS A TÍ por tu generosidad en compartir tus inquietudes, ilusiones, alegrías, sabiduría, miedos,... por hacernos reflexionar y por dejarnos disfrutarte en definitiva. MUCHAS FELICIDADES CLEMENTINA, espero celebrar más cumpleaños, eres única. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Sonia. Mucho tengo que aprender de ti. Muchas cosas tenemos que contarnos. Sigamos soñando juntas. Un beso grande.
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