El tenis, para muchos, es un deporte solitario. Pasas horas y horas practicando solo, en una cancha vacía, tratando de mejorar cada golpe, cada movimiento. La repetición puede ser agotadora, tanto física como mentalmente. Sin embargo, a pesar de esta soledad, hay momentos en los que sientes una conexión profunda con el deporte. Es en esos momentos cuando todo hace clic, cuando te das cuenta de por qué has dedicado tu vida a esto. El tenis no solo es un juego, es una forma de vida, una manera de encontrar significado y propósito.
"Open: An Autobiography" de Andre Agassi.
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Algunos domingos juego al tenis con tres maestros. No los llamo "maestros" porque sean profesores sino porque son maestros de vida, es decir, sabios ocultos. Es un privilegio pasar con ellos una hora, a veces dos, no solo por el reto que supone jugar al tenis con unos hombres que dominan este deporte, sino simplemente por estar en su presencia, escuchar sus palabras, percibir sus sonrisas. Gracias a ellos hoy siento la necesidad de hablar sobre el tenis y de cómo éste supone una enseñanza de vida para todo el que se fije bien.
En primer lugar, es un ejercicio de atención plena. Para darle certeramente a la bola es completamente necesario limpiar la mente de todo pensamiento intruso ya que, en cuanto permites que alguno se cuele, la energía se fuga del brazo para ir al cerebro. Igual que ocurre en la vida cuando permitimos que los pensamientos obsesivos se nos cuelen una y otra vez en nuestro campo, dejándonos sin fuerzas para perseguir lo que deseamos o para disfrutar del momento.
En segundo lugar, es una metáfora de cómo preferimos ignorar nuestras debilidades en lugar de intentar trabajarlas. Por ejemplo, mi debilidad en el tenis es el revés y por eso, he estado años intentando evitarlo, de tal manera que si la bola iba hacia mi izquierda, yo corría rápidamente para intentar colocarla a mi derecha y no tener que practicar el revés. Eso funciona algunas veces. Pero no me puedo pasar la vida esquivando mi revés, como no me puedo pasar la vida evitando aquello que me hace sentir insegura. Así que hace un tiempo que me he propuesto practicarlo, para enfrentar mi miedo al fracaso y a parecer débil. Es difícil, claro, y supone volver a verme como principiante, pero gracias a eso vivo el partido con más intensidad y al final, me siento infinitamente más satisfecha conmigo misma.
En tercer lugar, me he dado cuenta de que quitamos importancia al peloteo del principio porque parece que lo que de verdad importa es el partido de después. Y sin embargo, yo reconozco que muchas veces disfruto más durante el peloteo que en el propio partido. Esto me lleva a pensar que nos pasamos la vida en un "peloteo", quitándole importancia, esperando un partido que, cuando finalmente llega, no es para tanto, y entonces nos damos cuenta de que hemos desperdiciado momentos preciosos que para nosotros eran de "espera" simplemente porque teníamos la vista puesta en un futuro acontecimiento aparentemente más importante. El mensaje aquí es: ¿A qué esperas? Ya has llegado.
Finalmente, estas horas jugando al tenis me muestran la importancia de desapegarse del resultado. Es muy gratificante ganar, pero lo que de verdad me llena de estos ratos es el sentimiento de libertad que me invade al correr de un lado a otro de la pista, la gratitud que siento al estar en un paraíso en pleno Madrid, y sobre todo, el compartir la energía de estos tres maestros ocultos. En la vida no necesitamos ganar para sentirnos plenos. Lo único que necesitamos es aprender a mirar de otra forma lo sencillo, con gratitud y curiosidad.
Como dice Agassi, el tenis no solo es un juego. Gracias Papá, Miguel y José María por descubrírmelo. A vosotros os dedico este texto.
He disfrutado mucho con esta historia!! GRACIAS!! 😍🥰
ResponderEliminar¡¡Me alegro mucho Ana!! De Clementina.
ResponderEliminarMaravillosa reflexión, Clementina!!! A veces esperamos que algo maravilloso va a suceder y no nos damos cuenta que lo maravilloso es disfrutar cada día de los pequeños detalles que están en nuestro día a día. Un abrazo. Begoña
ResponderEliminarQuerida Clementina, hasta de la práctica del tenis consigues regalarnos estas enseñanzas de la vida tan fundamentales. Tú sí que eres nuestra maestra!!
ResponderEliminarMe encanta, gracias por compartir. El deporte y las enseñanzas para la vida son una fuente importante de inspiración para mí día a día.
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