La mayoría de nosotros nos pasamos demasiado tiempo pensando. Pero posiblemente todos estos pensamientos no nos son muy útiles. Muchos de nuestros pensamientos se ocupan de las cosas que ya han pasado o de las que están por venir (aunque quizá no sucedan nunca).
Así pues, nuestros pensamientos vagan por el pasado o por el futuro; estamos ocupados con nuestros miedos y preocupaciones, con nuestros proyectos o aflicciones. Pensar puede ser muy productivo si permitimos que esto suceda con concentración y entendimiento. Sin embargo, cuando día y noche estamos con la misma cantinela sin fin ocupando nuestra mente, nos quedamos atrapados en nuestros pensamientos; somos sus prisioneros.
LA RESPIRACIÓN CONSCIENTE INTERRUMPE LA CORRIENTE DE NUESTROS PENSAMIENTOS: REGRESAMOS A NOSOTROS MISMOS, A CASA.
THICH NHAT HANH
El objetivo es tomar las riendas de nuevo. No sé en qué momento las perdimos. No nos damos cuenta del mar de pensamientos que reina en nuestra cabeza. Cerramos los ojos y ahí están todos. Algunos pensamientos tienen la etiqueta de "pasado", otros de "planes", otros vienen con la etiqueta de "preocupación", y otros con la de "juicio". En fin, las posibilidades son infinitas. El problema no es que nuestra mente los genere: es su labor; el problema es que no nos damos cuenta de que nos llevan allá donde ellos quieren. Te atrapan y te llevan leeeejos del presente. Y en ese momento ya no estás viviendo la vida real, sino la virtual. Tanto nos metemos con los jóvenes por estar metidos en sus maquinitas y en el fondo, todos estamos metidos en nuestra maquinita, que es nuestra mente. Maquinita que no deja nunca de funcionar y que tampoco nos deja disfrutar plenamente de esta vida que ofrece múltiples propuestas de felicidad.
El objetivo es tomar las riendas de nuevo... Nuestra mente seguirá enviándonos pensamientos. Pero seamos nosotros los que decidamos si queremos engancharnos a ellos o si, por el contrario, preferimos zambullirnos de lleno en el Aquí y Ahora.
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