Un día como cualquier otro decidí triunfar

..Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar...
decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar,
descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui.

Me dejó de importar quién ganara o perdiera;
ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente;
aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad.
Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney

                                                                              Foto de Matheus Bertelli

Todas estas palabras tienen un profundo significado para mí. No lo habría tenido hace años, pero ahora las reconozco como mías. Son el resumen de mis más recientes aprendizajes, o quizás se fueron gestando cada día de mi vida. En concreto...

❤Que mi único rival soy yo y los límites que me pongo. Sí, a veces me avergüenzo de algunas partes de mí y esa vergüenza no permite que me acerque a mi sombra. Como si el descubrirla significara el fin, cuando en realidad, solo significa el principio ¿de qué? del amor. Así que, para triunfar, es necesario abrazarme entera, ya que solo así, podré acercarme con cariño a mi único rival.

❤Que no era la mejor y que quizás nunca lo fui. Y este es un aprendizaje importante para una persona como yo, que siempre se ha agarrado a ese salvavidas de ser "la mejor". La mejor de la clase, en concreto. Ese salvavidas se fue deshinchando cuando las clases se acabaron y ya no hubo sitio donde ser la mejor. Lo cual rompió mi espejo. ¿A qué podía agarrarme entonces? A nada. Sin embargo, he aprendido que no es necesario agarrarse a nada y menos a esa careta falsa. 

❤Que la vida no va de ganar a otros sino de que mi yo de hoy sea un poquito mejor que mi yo de ayer. Y felicitarme cuando me dé cuenta de ello. 

❤Que el triunfo en esta vida es tener cerca personas de ojos cálidos, con las que compartir ese amor que resplandece en nuestra orilla. Y que eso nos haga construir puentes juntas hacia un lugar perdido entre las nubes. 

❤Que el amor no es un enamoramiento de película sino una filosofía de vida. Algo que quiero que guíe cada uno de mis pasos ya que, si no lo hiciera, se abrasaría mi alma y solo quedarían secos rastrojos. 

❤Que de nada sirve ser luz si no voy a alumbrar el camino a los demás. Una preciosa luz bien envuelta con papel de seda y metida en un cajón, es como el tren guardado en la estación llorando su abandono o como ese vestido no estrenado y con la etiqueta puesta.

Y por último, 

❤Que nunca debo olvidar mis sueños, que son el faro que guía mi velero cuando el mar se pone bravío y la noche lo inunda todo. Así puedo decir como el señor Disney: Ahora no duermo para descansar... duermo para soñar.