Dijo la anciana curandera del alma

 DIJO LA ANCIANA CURANDERA DEL ALMA:

No duele la espalda, duelen las cargas.
No duelen los ojos, duele la injusticia.
No duele la cabeza, duelen los pensamientos.
No duele la garganta, duele lo que no se expresa o se expresa con furia.
No duele el estómago, duele lo que el alma no digiere.
No duele el hígado, duele la ira contenida.
No duele el corazón, duele la falta de Amor.
Y es precisamente él, el amor mismo, quien contiene la más poderosa medicina...

Reflexiones en imagen (facebook)




Hoy me duele la espalda. Podréis decirme: cambia de silla, cambia de colchón, eso es porque no estiras lo suficiente. Podréis darme infinitos consejos de ese tipo, que están muy bien. Sin embargo ¿y si el dolor de espalda se debiera al peso invisible que cargo día tras día sobre los hombros? ¿Y si se debiera a esa necesidad de controlarlo todo o a la necesidad de dar la imagen ideal a los demás o a la necesidad de que todo a mi alrededor sea armonía? ¿y si este dolor se debiera a mi incapacidad para aceptar mis errores? ¿Y si...?

Según la medicina tradicional china, la enfermedad se genera por las emociones que se estancan o se desbordan en nuestro cuerpo. Emociones y cuerpo están ligados y se influyen mutuamente, como el viento y el mar. Según esta medicina, cada órgano o conjunto de órganos está asociado a una emoción diferente y su relación es bidireccional: las emociones afectan al estado del órgano y éste afectará a las emociones. Si la emoción fluye libremente, el órgano estará sano. Si la emoción se estanca o se desborda, el órgano sufre y se enferma.

En primer lugar tenemos el corazón, que es el emperador del cuerpo, el órgano más importante, y está relacionado con el amor y la alegría. El corazón, además, es el órgano que alberga el espíritu o conciencia. Si la energía fluye sanamente en nuestro corazón, seremos amorosos y alegres y estaremos relajados y en paz; por el contrario, si se desborda se genera la euforia descontrolada, sobreexcitación y la búsqueda compulsiva del placer. Esto hará que no podamos concentrarnos y tengamos insomio. Si se estanca, se generan los celos y la avaricia.

En segundo lugar, está el sistema formado por el hígado y vesícula biliar, que es el sistema de purificación y donde se encuentra la ira. La ira estancada genera resentimiento. Una ira desbordada lleva a la agresividad. Cuando la ira se libera y fluye se transforma en ira justa, que no viene de la rabia sino del amor. Y entonces su energía se convierte en valentía.

En tercer lugar está el sistema formado por el estómago, bazo, páncreas. Es el sistema donde, cuando no fluye la energía, residen la ansiedad, exceso de preocupación, desconfianza. Debéis entender que el estómago no solo digiere la comida; también digiere las experiencias de la vida. Eso significa que, cuando nos preocupamos y no aceptamos que a veces hay cosas que no podemos cambiar, generamos un estancamiento de la energía en el sistema digestivo. Sin embargo, cuando la energía fluye sanamente en este sistema, mi cuerpo se inunda de confianza en mí misma y en la vida.

En cuarto lugar están los riñones, lugar donde habita el miedo, gran protagonista de nuestras vidas. Miedo a la muerte, miedo a lo que nos puede ocurrir si hacemos esto o lo otro. El miedo nos mantiene congelados. Cuando se reactiva la energía de los riñones y la emoción fluye como río, se liberan la creatividad y la fuerza de voluntad.

Por último, están los pulmones, donde vive el carisma. Una persona con los pulmones sanos es, por tanto, carismática y transmite energía. Cuando la energía fluye de manera sana, nos sentimos conectados a los demás, nos damos cuenta de que todos compartimos la misma humanidad y es entonces cuando sentimos la compasión. Sin embargo, si se estanca la energía y el pulmón enferma se generan la tristeza y la melancolía.

Ya pasó el tiempo en el que creíamos que el cuerpo iba por un lado y la mente y emociones por otro. Ahora sabemos que todo está unido. Así que, si te duele algo, mira a ver qué emoción no estás dejando entrar en tu casa y se está estancando o bien qué emoción se está quedando a vivir demasiado tiempo en ella. Recuerda que tú eres una casa de huéspedes, como dijo Rumi. Cualquier emoción que llame a tu puerta es bienvenida y debes tratarla con respeto invitándola a merendar. Sin embargo, al ser un huésped, ten en cuenta que no se debe quedar a vivir contigo, que debe seguir su camino una vez que te haya entregado el mensaje que tenía para ti. Ten en cuenta que eres río, no laguna. Y sobre todo no olvides que el Amor, como dijo la anciana curandera del alma, es la más poderosa medicina.

Gestión emocional adultos

Comentarios

  1. Querida Clementina, tu eres nuestra JOVEN curandera del alma, y gracias a tu amor estamos sanisimos!!!

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