Este momento es el pórtico de gracia hacia aquello que siempre has anhelado

 


Decir "sí" a este momento tal como es, decirte "sí" a ti mismo, exactamente tal como eres, no significa que abandones la posibilidad del cambio. No significa que las respuestas no van a llegar, que la tristeza no va a desaparecer, que el dolor no va a menguar, que no habrá una acción inteligente en la siguiente escena. Significa una alineación total con la escena actual, la cual contiene la inteligencia de todo el universo. Significa una profunda confianza en este instante de la vida ―el único instante que existe― y soltar las promesas y las ideas acerca de cómo "debería ser" la vida.

En vez de intentar llegar de un salto a la seguridad de un mañana, cree en la incertidumbre de hoy. En vez de correr hacia una respuesta en la siguiente escena, cree en esta escena creativa en la que "aún no hay respuestas". En vez de tratar de abalanzarte hacia la alegría o la dicha en el futuro, cree en el actual momento de dolor o duda, o en cualquier forma que la inteligencia cósmica esté adoptando. La certidumbre puede llegar o no con el tiempo, las respuestas pueden revelarse o no, la alegría puede irrumpir o no, los momentos emocionantes pueden presentarse antes o después, pero no pases por alto los tesoros de este momento.

Si las respuestas acuden, surgirán del abono del no saber, de la tierra fértil de la duda. Si la alegría muestra su cara, surgirá del dolor que ha sido profundamente tocado. Si una nueva vida crece, lo hará en la única cuna que existe: el Ahora.

Este momento es el punto de acceso, el portal, el pórtico de gracia hacia aquello que siempre has anhelado. No te lo saltes persiguiendo las glorias imaginarias del mañana.

Jeff Foster. Libro: Enamórate del lugar en el que estás.


                                                                                        Foto de Daria Shevtsova en Pexels

Decir "sí" a este momento es decirme "sí" a mí misma y decir "sí" a la incertidumbre en la que me veo envuelta, lo cual toca dos temas que a menudo nos cuestan: El primero, la aceptación de uno mismo. El segundo, la aceptación de la incertidumbre. Se trata de Aceptación con mayúsculas. La aceptación es la antesala del amor, la condición necesaria. Piénsalo un poco... ¿Te das cuenta de que sin aceptación, no hay ni pizca de amor?

Vamos por la vida luchando contra molinos, nadando río arriba porque nos han dicho que la letra con sangre entra. La idea que nos persigue es "Esfuérzate hasta que caigas exhausto". Y eso lo extendemos a todo, despreciando la escena actual en busca de una escena más luminosa. Por ejemplo, cuando me equivoco, me clavo insultos a mí misma y eso hace que se me quede un sabor amargo, el de "Soy defectuosa". Cuando mi hija, marido, madre o tendero no son como yo quiero, mi volcán se activa y me transmite el mensaje "Son defectuosos". En fin, cuando el mundo no es tal y como yo lo he escrito en mi mente, choco mi cabeza contra las rocas porque me pincha la idea de "el mundo es defectuoso". Y cuando algo es defectuoso ¿qué hacemos? Intentamos devolverlo a la tienda y si no se puede, lo tiramos a la basura. 

No podemos hacer eso con nuestra vida ¿verdad? No podemos devolvernos a nosotros mismos a la tienda, ni devolver al tendero. No podemos tirar a la basura al conductor del coche de al lado ni al político de turno. Tampoco podemos devolver la vida cuando sentimos que ésta nos aplasta. Por ello, creo que la única vía es romper la etiqueta de "devolución" y aceptar el regalo tal y como viene, con gratitud, manos abiertas y una amplia sonrisa. Aceptar la escena actual en donde se esconde toda la inteligencia del universo.

Eso no significa resignación y pasividad. Acepta el regalo y, si lo necesitas, cámbiale las mangas para hacerlo a tu medida. Eso sí, siempre con una sonrisa. Acepta el regalo y observa qué cosas puedes cambiar y qué cosas no. Acción. Lo que no puedas cambiar, no hay más remedio que ponerlo en tu estantería y confiar. Y compartir con otras personas eso que tanto te pesa. Lo que sí puedas cambiar, ya sabes, coge aguja e hilo y, desde el amor, adáptalo, sin prisas. Puntada a puntada, las respuestas llegarán, la tristeza desaparecerá, el dolor menguará y habrá una acción inteligente en la siguiente escena. Y recuerda que, como dice Jeff Foster, este momento es el pórtico de gracia hacia aquello que siempre has anhelado. No te lo saltes persiguiendo las glorias imaginarias del mañana.

No te saltes tu vida.

Os dejo aquí una Ted Talk muy corta en la que una gran mujer comparte su experiencia de aceptación. 

Aceptación como llave para transformar la realidad


Comentarios

  1. Querida Clementina, muchas gracias nuevamente por tus sabias reflexiones. La aceptación es fundamental y voy a hacer todo lo posible por aplicarlo en mi vida.

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