Cómo deben ser las cosas

 Cuando el Maestro oía decir a alguien: “Me gustaría mucho más mi mujer si fuese de otra manera”, solía contar lo que le ocurrió a él un día mientras contemplaba una puesta de sol en el mar.

- “¿No es precioso?”, le dijo entusiasmado a una pasajera que se encontraba junto a él apoyada en la barandilla.

- “Sí", dijo de mala gana la mujer. "Pero ¿no cree usted que estaría mejor con un poco más de rosa a la izquierda?"

Anthony de Mello 

Del blog http://cuentosqueyocuento.blogspot.com/



Foto de Samuel Silitonga en Pexels

Nos fijamos en lo que no tenemos, en lo que falta, en lo que no es del todo como esperamos y así, nos vamos pudriendo, como esa manzana que dejamos olvidada fuera de la nevera. Me dicen que hay personas con las que resulta difícil convivir pues están siempre quejándose. Tiemblo al pensar que me pudiera convertir en una de ellas... Son personas que tienen unas expectativas tan elevadas que la vida nunca consigue alcanzarlas. Es como si hubieran escrito un libro en su mente cuyo título fuera "Cómo deben ser las cosas, las personas, el mundo." En ese libro se detallan una a una las reglas a seguir por todos y por todo. Y también se detallan las reglas a seguir por el mar, la lluvia y otros fenómenos de la naturaleza. Nada ni nadie se escapa a las reglas incluidas en ese enorme manual de infinitas páginas. El problema es que el agobiante manual no está publicado en ninguna web y, por lo tanto, solo las conoce el autor, que se considera a sí mismo un gran incomprendido. 

Todos tenemos un manual escrito en la cabeza, por supuesto. Lo que pasa es que hay manuales más ligeros que otros. Por eso hoy te pregunto: ¿Cuántas páginas tiene el tuyo? Date cuenta de que el número de páginas de tu manual es directamente proporcional al número de quejas que emites al día y consecuentemente, a tu nivel de infelicidad. 

Se me ocurre que las personas que cargan con una enciclopedia llena de reglas pueden ser de dos tipos:

1-Los furiosos, aquellos que, cuando, de repente, alguien o algo transgrede sus reglas, explotan, gritan, su mirada se vuelve turbia y su cara volcánica. Son los que dicen:"¡¡Las cosas deben hacerse como deben hacerse!!" o "¡¡Esto es así y punto!!" Los que les rodean solo pueden encogerse de hombros y dejar que pase el vendaval. O, si hay cerca alguna mesa, esconderse debajo.

2-Las víctimas lánguidas que van por la vida arrastrándose y quejándose de la mala suerte que han tenido, de lo malos que son todos con ellas, de lo triste que es el mundo y lo mal que van las cosas. 

Fijaos que ambos tipos comparten dos características: La primera, no paran de juzgar. La segunda, la responsabilidad siempre es de los otros.

Este verano estoy practicando en serio el no juicio. Es la manera que he encontrado de aligerar mi manual y ¿sabéis? Funciona. Cuando viene un pensamiento del tipo "Esto no debería ser así" y está referido a algo que no está en mi mano cambiar, procuro enfocar mi linterna hacia un sentimiento de gratitud por todo lo que me rodea. Pues sí, esa gratitud la tienes dentro, quizás muy escondida. Y es interesante sacarla a la luz pues es el arma perfecta para hacer que el juicio se esfume y, por lo tanto, tus quejas y tu infelicidad. Se trata de un ejercicio consciente, claro, ya que mi piloto automático me lleva a la queja, como a ti. 

Nos fijamos en lo que nos falta y ponemos pegas hasta al mar, que hoy se ha levantado más inquieto que ayer y yo lo prefiero en calma. Así que la propuesta de hoy es que observes tu realidad, a tu marido, a tu mujer, a tus hijos, al camarero, desde otro lugar, un lugar más luminoso en el que no existe el juicio, sino la gratitud. Creo que solo de esa manera conseguirás que esa cabeza tuya que tanto pesa, se convierta en tu aliada.


Comentarios

  1. Qué sabía consejo Clementina!! Lo voy a poner en práctica hoy mismo a ver si consigo aligerar mi pesada enciclopedia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si empezamos hoy, conseguiremos aligerarla, claro que sí, hasta que se convierta en un panfleto de una sola hoja.

      Eliminar
  2. Sabio. Nuevamente acepta, vive feliz tu presente y lucha si quieres cambiar algo, pues tú tienes todo el poder y control de tu vida. Mi libro está en blanco, lo escribo cada nuevo día y agradezco lo vivido, pues es un regalo. Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Maravilloso. Ver cada día como un regalo es la mejor manera de disfrutarla al máximo ¿verdad? Y no es necesario estar en la playa de vacaciones pues el regalo se esconde en cada rincón de nuestra rutina.

      Eliminar

Publicar un comentario