Basta

 ¿Cuántos "basta" que no dice hoy, le están haciendo falta para cambiar su vida? ¿Y cuántos "basta" ha dicho en el pasado que lo han puesto en la situación donde está hoy?

Esto es importante, porque en la medida en que usted pueda decir "¡Basta!" a los pensamientos que lo hacen sufrir, a las cosas que no quiere volver a hacer o no quiere que vuelvan a sucederle, le será posible rediseñar su vida, establecer vínculos nuevos, ejercer tareas nuevas, poner en práctica comportamientos nuevos, interrumpir círculos viciosos. Para ello, es necesario reflexionar antes de decir cualquier "basta", explorarse, verificar, y, luego, medir la manera más conveniente de decirlo (las palabras, el tono, la oportunidad) y hacerlo (habiendo evaluado los pros y los contras, haciéndose responsable de las consecuencias).

Fuente: Lo siento autor, no recuerdo quien eres.

Foto de Patrick Porto en Pexels


Te has caído en un río de aguas vertiginosas, que te lleva no sabes dónde. Mantienes la sonrisa mientras viajas, pues eso es lo que te han enseñado que debes hacer. A veces te hundes y otras te arañan las ramas. Te gustaría parar, mas no sabes cómo, pues el río va muy rápido; parar supondría un esfuerzo tremendo y si lo haces, los demás te mirarían mal. Y eso tú no lo puedes soportar. Así que sigues y sigues y sigues, siempre sonriendo pues es lo correcto. Y si tienes que quedarte trabajando hasta las diez de la noche, lo haces sonriendo. Y si tienes que doblar las sábanas y recoger la ropa que todos han dejado por ahí tirada, lo haces sonriendo. Y si tienes que dar una calada a un cigarro inmundo, lo das. Y si tu mente te machaca diciéndote que no eres suficiente, dejas que lo haga, cómo no. Y si otros te dicen que quieren más, tú les das más. Y el río vertiginoso sigue avanzando ignorante de lo que tú necesitas pues nunca miras dentro, solo estás pendiente de los gestos de los otros. Pero ¿Qué es lo que tú necesitas? ¿acaso lo sabes o el río no te ha dejado ni un instante para pensarlo?

Al nacer te dieron una bola de plastilina azul, tu vida, para que tú le dieras la forma que quisieras. Sin embargo, ahora te das cuenta de que, en lugar de tomar la plastilina en tus manos y trabajarla, se la diste a otros para que no te dejaran de querer. Y la bola fue pasando de una mano a otra y tú perdiste de vista la bola y su forma. Todo eso por no decir "basta".  

Decir "basta" es recuperar tu bola de plastilina y modelarla a tu gusto. No se trata de que la metas en una caja para que nadie la toque. Por supuesto, es necesario e inevitable que los que te rodean la afecten, pues estamos todos interrelacionados. Y quizás le hagan una hendidura, o le añadan un toque de color verde, o gris. Pero eres tú la que siempre debes tener la plastilina entre tus manos, pues es tu responsabilidad darle la forma más bonita que existe. Esa forma se la das, entre otras cosas, con las palabras que dices y piensas, palabras que no son simplemente una agrupación de letras. Son las herramientas que la vida te dio para que culpieras tu plastilina. "Basta" es una de esas herramientas que te ayudan a evitar que otros, con buena o mala intención, te la arrebaten. Puede sonar muy drástico, claro, si nunca la has usado. Es entonces cuando tu primitivo cerebro te susurrará "Cuidado, si dices "basta" te dejarán de querer". Pero tú ya tienes años acumulados y sabes que el problema no es ese. El problema es que si abandonas tu plastilina a merced de otras manos, si te dejas llevar por el río con una sonrisa, acabarás tan pequeña, tan diminuta, tan insignificante, que llegará un momento en que el agua te engullirá y ni siquiera aquellos que te aman podrán sacarte del fondo. Así de drástico es.


Dedico este texto a las mujeres que todo lo dan. Lo dedico también a mis hijas. 

Comentarios

  1. Magníficos esos bastas que nos centran y nos hacen ver la importancia de cada momento. Muchas gracias Clementina, fantástico!!!

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    1. Sí. Esos "basta" que no nos han enseñado a decir y que tanto nos hacen crecer. Gracias a ti por estar al otro lado, comentando y sonriendo.

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  2. "Bastas" generosos, que nos tienden una mano para seguir adelante en la superficie, "Bastas" que son producto de una toma de conciencia de aceptar dónde nos encontramos, "Bastas" que surgen desde el autocuidado y no desde simplemente un enfado. Son mucho más.
    "Bastas" que nos recolocan en el lugar donde debemos estar para estar mejor con nosotros mismos y por consiguiente con los demás.

    Gracias como siempre Clementina. Espero que no digas "Basta" a estas reflexiones que nos ayudan tanto.

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    1. ¡Me encanta lo que dices! Es verdad que algunos son "bastas" de autocuidado, ese que tanto necesitamos muchas veces porque nos dejamos a nosotros mismos para el final. Intentaré seguir con mis textos y reflexiones pues decirles "basta" sería como decir "basta" a mi esencia. Tus palabras me animan a seguir.

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