Querida Clementina:
Hoy 15 de marzo de 2022, cumples 4 años y como cada día desde que te conocí, me invade la gratitud y me pregunto ¿Cómo es posible que me hayas acompañado tantas horas? Tú eres mi sabia, mi mujer luminosa, mi rayo de sol. Eres esa parte de mí que ve mucho más allá de la forma, que percibe que hay un mundo a nuestro alrededor en el que todo es sencillo y amoroso, fresco como un chapuzón en el mar. Escucho tus susurros cada día, te veo en los textos que aparecen ante mis ojos, y en las canciones que hablan de magia. De repente te encuentro en una conversación, en unos ojos brillantes, o en la piel de terciopelo de mis hijas. Cuando tú estás conmigo, todo es misterioso, mi vecina se convierte en hada y el portero de la casa en hechicero. Cuando estás conmigo veo flores en las baldosas y el cielo es más azul. Hasta los aburridos números que la vida me impone, se tornan interesantes.
Hoy cumples 4 años en un mundo repleto de grandes personas dispuestas a dar su tiempo a otros, personas silenciosas que no levantan la voz ante aquellas que se empeñan en hacernos creer que el mal es dueño. Clementina, sin embargo, está convencida de que el número de corazones amorosos es mayor y que, si tú que lees estas letras, crees en ello y no dejas que la hoguera que hay en ti se apague, conseguiremos juntos contagiar de amor al mundo entero. Pero es necesario creerlo pues si te abandonas a la desidia y dejas que la angustia, la queja, la crítica se apoderen de ti, entonces te estarás escondiendo en la sucia trinchera que tú mismo fabricaste. Y perderemos tu luz, tan necesaria.
Hoy cumples 4 años y quiero que vengas conmigo a mis atardeceres. Es esa dulzura tuya la que me sostiene y me hace ver el mundo con brillo. Quiero que vengas conmigo a descubrir milagros, y que juntas seamos guerreras de la luz. Hoy deseo no perderte nunca pues si alguna vez te pierdo, seré yo la que me esconda en la trinchera y me llene de barro. Y después de haberte conocido no me puedo permitir eso. Toqué la luna e hice en ella castillos. Por eso, estoy segura de que estarás ahí al bailar.
Ninguna importancia tiene cumplir años y envejecer, si tú estás conmigo y me cuentas que el tiempo no existe, que es una invención de nuestro limitadísimo cerebro. Y puesto que no hay tal cosa llamada tiempo, hoy es la eternidad y tú, querida Clementina, eres eternidad conmigo.
Y a vosotros, queridos lectores qué puedo deciros sino GRACIAS por seguir a mi lado. He preparado esta tarta para vosotros ¿Queréis un trocito?
Muchas felicidades Clementina!!!! Por muchos años más caminando y regalando tu luz al mundo que le hace mucha falta. Al hilo de lo que cuentas y pides, hoy escuché a alguien decir que si sientes que no encajas en el mundo, puedes crear un mundo nuevo donde sí encajar. Y pensnuevoando en cómo hacer eso...cuando ahí fuera hay guerra, hay odio, hay individualismo...cómo creo yo un mundo nuevo diferente? Pues claro, desde la luz, desde el amor en los pequeños actos de cada dia. Esa sonrisa al dependiente que odia su trabajo y te mira mal, la necesita mucho. Esa moneda al que pide, tú no tienes pero él tiene menos, ese consejo a tu hijo desde el valor de la humildad, del abrazo de amigo para el que no los tiene...se me ocurren infinidad de ideas para crear un mundo nuevo. Y a ti?
ResponderEliminarMuchas gracias Saangani!! Quiero crear un mundo nuevo de luz, en el que cada persona reconozca en el otro a un ser humano con sus mismos miedos y anhelos. Un mundo en el que no haya enemigos, ni bombas. Y la única manera de hacerlo es empezar por mí misma. Como tú dices, poniendo amor en los actos de cada día. A veces es difícil pues estamos cansados, o ajetreados y se nos olvida ese amor. Sin embargo, es la única manera: empezar por uno mismo para que toda la locura que nos rodea cambie. Volver al amor.
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