¿Con las manos abuela?

"- Abuela, ¿Cómo se afronta el dolor?

- Con las manos, cariño. Si lo haces con la mente, en lugar de aliviar el dolor, éste se endurece aún más.

- ¿Con las manos abuela?

- Sí, nuestras manos son las antenas de nuestra alma. Si las mueves tejiendo, cocinando, pintando, jugando o hundiéndolas en la tierra, envías señales de cuidado a la parte más profunda de ti. Y tu alma se ilumina, porque le estás prestando atención. Entonces las señales del dolor ya no serán necesarias.

- ¿Las manos son realmente tan importantes?

-Sí hija mía, piensa en los bebés, comienzan a conocer el mundo, gracias al toque de sus pequeñas manos. Si miras las manos de los viejos, te cuentan más sobre su vida que cualquier otra parte del cuerpo. Todo lo que se hace a mano, se dice que está hecho con el corazón. Porque es realmente así, las manos y el corazón están conectados. Piensa en los amantes, cuando se tocan las manos, hacen el amor de una manera sublime.

- Mis manos abuela... ¡Cuánto tiempo no las he usado así!

- Muévelas mi amor, comienza a crear con ellas y todo dentro de ti se moverá. El dolor no pasará. Y en cambio lo que hagas con ellas, se convertirá en la obra maestra más hermosa. Y ya no dolerá más. Porque habrás sido capaz de transformar su esencia."

Un texto de Elena Bernabè. 
culturainquieta.com


Foto de cottonbro: https://www.pexels.com


Y ahora Clementina continúa el texto:

- ¿Las manos, abuela?
- Sí. Si te fijas, en este mundo en el que vivimos el control lo tiene la mente o esa personalidad ficticia que creamos de pequeños para protegernos. La mente, con su bolsa llena de pensamientos que vienen y van, es la que nos atenaza siempre, dictando sus normas. Cuando te sientas triste, angustiada, acelerada, confusa, pon atención a tus manos, a su temperatura, por ejemplo, y los pensamientos cesarán un instante, dejándote un lago de alivio.

- ¿Las manos?
- Sí. A veces las tienes abiertas, para agarrar la felicidad con ellas; a veces, por el contrario, están cerradas formando un puño, como si quisieras protegerte de algo muy fiero. Fíjate en ellas pues te mandan mensajes sobre lo que hay en tu interior.

- ¿Las manos, abuela?
- Sí. Ellas te sanan.

- ¿Cómo?
Se me ocurren muchas formas. Hay quienes las utilizan para moldear el barro o para tejer y en esa actividad encuentran una serenidad profunda. Otros escriben a mano en una hoja en blanco sus miedos y anhelos. Otros hacen dibujos. Hay quienes amasan el pan. A mí me calma tocar con mis manos la cálida arena de la playa. 

-¿Qué más?
- También sanan a otros, pues una simple caricia en un momento oscuro, puede convertir un muro de piedra en una fresca cascada. 

-¿Y?
- Cuando una mano fuerte te sujeta, puedes librarte de una buena caída.

- Me encantan tus manos, abuela.
- Y a mí las tuyas. Todas las manos cuentan historias, todas son interesantes, pero sobre todo, las manos de los ancianos. En ellas está escrita la historia del mundo. 

En los últimos días, abuela, solo gracias a las manos nos comunicábamos. Ya no eras capaz de hablar, seguramente tampoco podías escuchar muy bien mis palabras, pero sí notabas mis manos frías, al llegar de la calle, que se iban calentando al ponerlas sobre las tuyas. Las recuerdo suaves y necesarias. Ahora ya no estás como antes y ya no puedo ir a verte cada semana, pero sé que estás en algún sitio que todavía no puedo atisbar. Quizás detrás de las nubes que hoy domingo invaden el cielo, quizás en una brizna de hierba, o en el universo que hay dentro de mi corazón. Y aunque ya no pueda tocar tus manos, sí podré en mis sueños, si tú quieres. Sé que al ir pasando mis años, estas manos que ahora escriben se irán pareciendo cada vez más a las tuyas y espero que, como las tuyas, lleguen a ser para otros refugio y fuente inagotable de historias. Te echaré de menos, como a mamá, pero estoy segura de que algún día volveré a acariciar tus manos y tú sonreirás. 

Gracias por tantos ratos de serenidad, abuela.💓






Comentarios

  1. Muy entrañable, Clementina!!! Las manos de nuestros seres queridos desaparecen, pero su espíritu siempre permanece con nosotros

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